En la construcción de sus viviendas y templos, los incas y sus antepasados, utilizaban principalmente materiales como el adobe y la piedra. Esta última, era trabajada de forma muy delicada y exacta ya que después, cuando tenían que superponerlas en la construcción de los edificios, no cabía una hoja de afeitar entre sus uniones.
Cuando construían fortalezas, utilizaban piedras enormes, de grandes dimensiones, mientras que cuando construían palacios, utilizaban piedras relativamente más pequeñas.
Daba igual el tamaño utilizado de la piedra, la perfección en su acabado siempre era el mismo.
Pero la arquitectura peruana no tiene sus comienzos con los incas. Antes de ellos existió la cultura llamada "Tiahuanaco" y mucho antes de esta, la cultura "Wari". Aún así, puede ser que hayan habido otras culturas más antiguas.
En cuanto al arte de la cerámica, los incas lo plasmaron en los llamados “huacos”, que se han ido desenterrando con el tiempo, algunos de los cuales han permanecido por miles de años bajo tierra.
Este arte inca, se pueden dividir en dos tipos de alfarería, la utilitaria y la ceremonial.
La cerámica ceremonial era enterrada con los difuntos, llenos de alimentos o bebidas que servirían a los muertos en su camino hacia el otro mundo.
Cuando llegaron los españoles, la alfarería inca perdió su función mágica y ceremonial y se volvió simplemente utilitaria.
El arte en madera de los incas quedó plasmado a través de sus "queros" o “keros”.
Se trata de vasos de madera con decoración policromada. Sus dimensiones son relativamente uniformes, con una altura promedio de 20 a 22 cm.
Los keros de la época Inca-colonial, están decorados con escenas figurativas pintadas.
Los keros más antiguos están decorados con motivos geométricos grabados y rellenos con una especie de pintura resinosa de tonos vivos rojos y amarillos.
Los keros incas presentan diseños geométricos incisos o adoptan la forma de cabeza humana o de jaguar, sin la recargada decoración policroma posterior.
Tienen una forma cilíndrica de boca ancha abierta, paredes algo cóncavas y base plana o con pie a modo de copas. También podían adoptar formas de cabezas humanas o de jaguar o ser vasos con formas de animales.
Solían utilizar colores brillantes, predominando el rojo y el crema blanquecino con una línea negra que formaba el dibujo.
Debido al paso del tiempo, estos queros presentan pérdidas de pintura en algunas zonas o incluso estar resquebrajados.
La decoración de estos elementos se basaba en escenas de la mitología andina. También aparecen figuras humanas solas o en escenas variadas. En estas escenas, las figuras humanas suelen representar a un Inca con su escudo y armas, solo, bajo un arco iris, acompañado por una mujer o en escenas preferentemente guerreras. En las escenas pueden aparecer también aves y felinos o elementos europeos como caballos o escudos de armas.
Otro tema decorativo eran las plantas o flores acampanadas que cuelgan mirando hacia abajo y motivos geométricos.
Además del “quero” o “kero” inca, existía otro tipo de vaso ceremonial. Es el llamado “pajcha”. Este vaso tenía un recipiente que a veces adoptaba la forma de un animal, y un largo vástago por donde corre el líquido del recipiente hasta caer al suelo.
Suelen tener la misma decoración policromada que los keros y sus dimensiones eran un poco más grandes, de unos 50 centímetros de largo.
miércoles, 2 de junio de 2010
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